
Dirigir es un verbo polisémico, así como su práctica. Dirigir a estudiantes universitarios siendo parte de esa masa estudiantil es un proceso tan complejo como lo es la vida misma. Mariam Figueredo Rodríguez, con apenas 21 años, decidió enfrentarse a la dinámica de representar a todo estudiante de la UCF, de responder sus preocupaciones y velar por el cumplimiento superior de las críticas. Un año después de ser presidenta durante un curso académico, acaba de ser reelegida en este 2017-2018.
Cuando llevamos un rato conversando le pregunto que si tuviera que aconsejar a futuros dirigentes de la FEU sobre los aspectos positivos y negativos que componen ese cargo, ella —muy espontánea— me responde: «¡wow!»; lo piensa durante unos segundos y luego continúa:
«A ver, las cosas malas es que se requiere de mucho tiempo y dedicación para que las cosas fluyan. Lo otro es que es muy difícil llevar a la par el cargo y la docencia, pues por una parte nosotros exigimos que los dirigentes sean buenos estudiantes, pero a veces tenemos que dejar de asistir a las actividades docentes y ello trae consigo otros esfuerzos; pues luego tengo que restarle horas a mi sueño y en lo que otros descansan yo debo estudiar, buscar el contenido de las clases y hacer un esfuerzo por encima de lo que hacen los demás. Hay veces que también tengo ganas de explotar y desaparecer», se ríe.
¿Por qué? —le pregunto.
«Porque ciertamente, en ocasiones, es mucho trabajo, hay que estar ahí para saberlo. Son muchas cosas: tienes que tratar de expresarte y comportarte lo mejor posible en todo momento, si un muchacho se te acerca, por muy atiborrada que estés, debes atenderlo, sonreír. A veces estás haciendo una tarea que te piden de hoy para mañana, un informe rápido, y también llega alguien y tienes que calmarte y dejar todo lo que estabas haciendo. En otras ocasiones es real que no te da tiempo, tienes que estar corriendo, en esta universidad yo me paso el día corriendo para arriba y para abajo. Pero al final vamos saliendo. Y verdad también que a veces tengo que desconectar, apagar el celular y dormir.
»Pero aquí entonces entran las cosas buenas que es la posibilidad de tener amistades en todo el país, de intercambiar con estudiantes de otras provincias, de conocer, de prepararte para el futuro, prepararte políticamente, de tener conocimientos integrales, de aprender —muchas veces dándote golpes— a lidiar y relacionarte con otras personas, de desenvolverte, de expresarte, de ser líder».
Mariam me confiesa que lo que más la mueve es «el compromiso y la responsabilidad para con la FEU, así como el amor por la organización», ello le ha permitido acomodarse a todas sus labores.
«Yo recuerdo que cuando a me dijeron que era una de las propuestas para posible presidenta de la FEU, lo primero que hice fue hablar con mi decana y la jefa de carrera, les pregunté: ¿qué ustedes creen?, ¿yo podré?, ¿me van a apoyar? Y hasta el día de hoy no he tenido ningún problema, todos me han ayudado, también mis compañeros de clase que siempre me mantienen al tanto y se preocupan por mi docencia cuando yo no estoy. Gracias a ello he salido bien en las pruebas, hasta el momento».
Entre los problemas más frecuentes, algunos ya solucionados, otros no, que plantean los estudiantes de la UCF Mariam me dice:
«Predominan los administrativos que tienen que ver con la alimentación, algunos temas sobre las condiciones en la beca, cuestiones de horario de la cafetería. Esos se pueden resolver internamente y hasta ahora siempre hemos tratado de tramitarlos y darle solución.
»Los que se nos van de las manos: ausencia de implementos deportivos y vestuario para los estudiantes de cultura física y para los atletas de los Jagua; las condiciones de los laboratorios. Yo, por mi parte tengo potestad para hablar con los administrativos, plantearle el problema y exigirle que se resuelva. Tengo fácil acceso a los directivos lo que ha permitido que pueda realizar mi labor como se debe».
Mariam estuvo entre las estudiantes universitarias que salió a dar clases en las secundarias para suplir la ausencia de profesores, es también alumna ayudante de la asignatura Introducción a la gestión de los estudios socioculturales para el desarrollo y le gustaría quedarse en la UCF una vez graduada.
Mariam habla casi sin pausas y se le nota en sus gestos y en su forma agitada de andar que siempre le queda algo más por hacer. Yo no la demoré más, salvo para algunas fotos.